lunes, 11 de junio de 2012

Sirenas




- ¡Te vas a morir, idiota!
- Sip... ¿Y quien podría culparlo?

(…)

- Sabes, ahora que lo pienso, esta es una de las cosas que mas asco me da de vivir en una sociedad machista, y al mismo tiempo, una de las cosas que mas les envido a los hombres.
- Asco y envidia al mismo tiempo es una combinación muy loca.
- Envidio mucho esa capacidad de amar mas allá de todo, mas allá de la seguridad, de la probabilidad, de la sanidad mental, de la moral, del miedo. Esa capacidad de aceptar la muerte a cambio del beso de una sirena. Los hombres aman como la historia les enseño a hacerlo, por gloria y convicción. Claro que también esta la contracara: La megalomanía, la subyugación y la violación, pero bueno, como toda emoción humana, tiene dos caras. No me mal entiendas, obvio que soy la primera en condenar esa parte.
- Eso te estaba por decir, justo. Pero si, entiendo, no se si siempre lo llamaría "amor" igual.
- Lo que sea, amor, calentura o no se, amor no a la mujer necesariamente sino a su belleza, por el simple hecho del amor a la belleza en si misma. Haciendo esa salvedad de la parte mala, envidio como se dan la cabeza una y otra vez contra la misma pared y no les importa, se levantan y lo hacen de nuevo. Dejan el corazón de propina por una caricia, por un beso o hasta por nada.
- Dicho así, suena bastante idiota.
- ES bastante idiota… pero también es hermoso. El hombre por amor desafía a su sociedad, como Alejandro Magno cuando se caso con Roxana, yendo en contra de lo que todos sus generales decían, o sea, gente que tranquilamente se le podrían haber amotinado, pero no le importo. El hombre por amor construye monumentos, como el Taj Mahal, hecho por el emperador de India en honor a su esposa. El hombre por amor desafía a los dioses, va al infierno y vuelve, como Orfeo que baja al Inframundo para rescatar a Eurídice.
- Si, aunque el final de ese mito no es muy feliz que digamos. No termina muy bien el pibe Orfeo.
- Bueno, pero lo hizo, ese es el punto. La mujer ama como la historia le enseño a hacerlo también, solo que este caso es con sumisión y condescendencia. Eso me da tanta lastima. No por mi, yo por suerte soy una especie de: "Hombre gay encerrado en el cuerpo de una mujer".
- Esa es muy buena. El flaco que va caminando por la calle de la mano con la novia, lo enganchan justo viendo a otra mina y entonces tira la frase: "Yo no quería, es mi lesbiana interior la que me obliga".
- Claro. Bueno, como decía, a veces veo a mis amigas y me pongo muy triste. Pensando si es muy pronto para darle pelota a un pibe porque: "Van a decir que soy una puta". Comiéndose la cabeza, tratando de descifrar si es conveniente hacer tal o cual cosa. La mujer por amor, plancha camisas y tiene la cena lista a las nueve en punto.
- Bueno, pero eso va cambiando. Casi ningún hombre en la actualidad te diría que la vida de una mujer hoy en día tiene que ser así. Algunos por dentro lo deben pensar todavía, igual.
- Si, no digo que las cosas no hayan mejorado, definitivamente son mejores. Pero todavía queda demasiado por hacer. Y se puede ver en cosas cotidianas, cosas que a primera vista no tiene importancia, pero que si las desmenuzas te dan la pista de que hay restos que siguen ahí. Yo misma incluso, aunque quisiera que no hubiera sido así y aun con todo esto que dije después, lo acabe de demostrar.
- ¿Cómo?
- La escena de la sirena de recién. Lo primero que yo pensé fue: "Eso es suicida". Lo primero que vos pensaste fue: "Vale la pena".
- Estas son las cosas que si las dijera yo, me tratarían de "cerdo machista/chovinista"
- Es como los chistes racistas o antisemitas. Si haces uno pero perteneces al grupo del cual estas haciendo el chiste, esta todo bien.